Diagnóstico

Para determinar si tienes rosácea, un médico u otro profesional de la salud examinará tu piel y te preguntará sobre los síntomas. Es posible que te hagan pruebas para descartar otras afecciones, como psoriasis o lupus. En la piel morena y negra, puede ser difícil ver algunos síntomas de la rosácea, como las arañas vasculares y el enrojecimiento. Es importante prestar atención a otros síntomas, como hinchazón, bultos, ardor facial y piel de apariencia reseca.

Si tus síntomas afectan los ojos, puedes consultar a un oculista, también llamado oftalmólogo, para que te haga otras pruebas.

Tratamiento

Si los síntomas no mejoran después de seguir los consejos de autocuidado que aparecen a continuación, consulta a un miembro del equipo de atención médica sobre el uso de un gel o crema de venta con receta. Este tipo de medicamentos podría ayudar a aliviar los síntomas. Para casos de rosácea más graves, tal vez necesites tomar pastillas de venta con receta médica. El tratamiento con láser se puede usar para reducir el enrojecimiento y la dilatación de los vasos sanguíneos en la cara.

La duración del tratamiento depende del tipo de rosácea que tengas y de la gravedad de los síntomas. Incluso después de que la piel se alivia con el tratamiento, los síntomas suelen volver.

Medicamentos

Para controlar los síntomas de la rosácea, se utilizan diversos medicamentos. El tipo de medicamento que se receta depende de los síntomas. Por ejemplo, hay medicamentos o tratamientos que generan mejores resultados en casos de enrojecimiento y otros que más eficaces para tratar los granos, las espinillas o el acné. Es posible que tengas que probar uno o más medicamentos hasta encontrar el tratamiento que te dé resultado.

Algunos medicamentos para la rosácea son los siguientes:

  • Geles u otros productos que se aplican sobre la piel. Para el enrojecimiento de la rosácea de leve a moderada, puedes probar aplicar una crema o un gel medicinales sobre la piel afectada. La brimonidina (Mirvaso) y la oximetazolina (Rhofade), que disminuyen el enrojecimiento al estrechar los vasos sanguíneos, son algunos ejemplos. Puedes ver los resultados dentro de las 12 horas posteriores a la aplicación. El efecto en los vasos sanguíneos es temporal. Además, el uso excesivo puede llevar a que el enrojecimiento empeore. Por eso, en lugar de usarlos todos los días, es mejor que los apliques solo antes de algún evento importante.

    Muchas veces, los seguros no cubren la brimonidina ni la oximetazolina.

    Existen otros productos tópicos con receta médica que ayudan a controlar los granos de la rosácea leve. Entre estos medicamentos, se incluyen el ácido azelaico (Azelex, Finacea), el metronidazol (Metrogel, Noritate, entre otros) y la ivermectina (Soolantra). Con el ácido azelaico y el metronidazol, puede que los resultados tarden entre 2 y 6 semanas en hacerse visibles. Con la ivermectina, el mejoramiento de la piel puede demorar más tiempo, pero los resultados suelen perdurar más que con el metronidazol. En ocasiones, usar dos o más de estos productos genera los mejores resultados.

  • Medicamento antibiótico que se administra por vía oral. Para casos de rosácea más grave, con acné, granos y espinillas, es posible que se recete un antibiótico oral en pastilla, como la doxiciclina (Oracea, entre otras).
  • Medicamentos para el acné que se administran por vía oral. En los casos de rosácea grave que no responde a otros medicamentos, es probable que te receten isotretinoína (Amnesteem y Claravis, entre otros). Es un potente medicamento oral para el acné que también ayuda a eliminar los bultos que se generan por la rosácea. Este medicamento no debe tomarse durante el embarazo porque puede producir anomalías congénitas.

Tratamiento con láser

El tratamiento con láser puede ayudar a mejorar el aspecto de los vasos sanguíneos dilatados. También puede ayudar con la rosácea o el enrojecimiento de larga duración. Además, suele generar mejores resultados que una crema o una pastilla para tratar este síntoma. Dado que el láser se dirige a las venas visibles, este método es más eficaz en la piel que no está bronceada o que no es morena ni negra.

Habla con un miembro del equipo de atención médica sobre los riesgos y beneficios del tratamiento con láser. Entre los efectos secundarios más comunes, se incluyen enrojecimiento, moretones e hinchazón en los días posteriores al tratamiento. Los efectos secundarios menos frecuentes son ampollas y cicatrices, entre otros. Ponerse hielo y mantener una rutina de cuidado de la piel no abrasivo ayuda en la recuperación. En el caso de las pieles morenas o negras, el tratamiento con láser puede provocar cambios duraderos o permanentes en la piel tratada.

Es posible que el efecto completo del tratamiento no se note durante semanas. Además, es posible que se deban repetir los tratamientos para mantener la apariencia mejorada de la piel.

El tratamiento con láser para la rosácea suele considerarse un procedimiento cosmético. Por eso, a menudo, los seguros no lo cubren. Sin embargo, hoy en día hay seguros que sí lo cubren. Consulta directamente con tu compañía de seguros para ver si cubren el tratamiento con láser para la rosácea.

Estilo de vida y remedios caseros

Estos consejos de autocuidado pueden ayudar a aliviar tu piel y a prevenir los brotes:

  • Identifica y evita lo que empeora tus síntomas. Observa qué suele causar tus brotes y evita esos desencadenantes.
  • Protege tu cara. Aunque el día esté nublado, usa protector solar de amplio espectro o crema hidratante con un factor de protección solar de, al menos, 30. Aplica una buena cantidad de protector solar. Vuelve a aplicarlo cada dos horas o con más frecuencia si estás nadando o sudando.

    Las personas con rosácea pueden beneficiarse eligiendo protectores solares que contienen dióxido de titanio, zinc o ambos. Estos se denominan protectores solares minerales o protectores solares físicos. Algunos ejemplos son el protector solar mineral con óxido de zinc Eucerin Sensitive y el protector solar mineral con color La Roche-Posay. También puedes buscar productos con silicona, como dimeticona o ciclometicona.

    Aplica el protector solar después de cualquier producto facial con medicamento que uses, o bien antes de maquillarte.

    Toma otras medidas para proteger tu rostro, como usar un sombrero y evitar el sol del mediodía. Cuando el clima esté frío y ventoso, usa una bufanda o un pasamontaña.

  • Trata la piel con suavidad. No te frotes ni toques demasiado la cara. Usa un limpiador facial sin jabón dos veces al día y luego hidrata la piel. Algunas cremas faciales pueden ayudar a reducir el enrojecimiento. Los productos faciales que contienen ácido azelaico, dicarboxílico o niacinamida pueden ayudarte con los síntomas de la rosácea. Estos productos pueden adquirirse sin receta médica.

    Elige productos sin perfume y evita aquellos que contienen irritantes de la piel, como alcohol, alcanfor, urea y mentol.

  • Reduce los síntomas faciales con maquillaje. Algunos maquillajes pueden ayudar a reducir el enrojecimiento facial que es común de la rosácea. Por ejemplo, el maquillaje de tono verde puede ayudar a cubrir el enrojecimiento. Evita los geles y las lociones ligeras que contienen alcohol.

Medicina alternativa

Masajear suavemente tu rostro todos los días puede ayudar a aliviar los síntomas de la rosácea. Con tus dedos, masajea tu rostro haciendo círculos pequeños desde el centro hasta las orejas. Haz esto durante unos minutos.

Si el estrés parece empeorar los síntomas, prueba distintas técnicas para manejarlo; por ejemplo, respiraciones y meditación.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

La rosácea puede ser angustiante. Quizás te sientas avergonzado o ansioso por el aspecto de tu rostro y te vuelvas introvertido o te cohíbas, o quizás te molesten las reacciones de los demás. Hablar con un consejero sobre tus emociones podría ayudarte. También puedes buscar grupos de apoyo de personas con rosácea, ya sea presenciales o en línea. Estar en contacto con personas que enfrentan los mismos tipos de problemas puede ser reconfortante.

Preparación para la consulta

Primero puedes consultar con un miembro de tu equipo de atención primaria. También puede que te remitan a un especialista en enfermedades de la piel (dermatólogo). Si la afección te daña los ojos, pueden referirte a un especialista en ojos (oftalmólogo).

Es buena idea prepararse para ir a la consulta. A continuación, te proporcionamos información útil.

Qué puedes hacer

Preparar una lista de preguntas te ayuda a sacar el mayor provecho de tu consulta. En el caso de la rosácea, algunas preguntas básicas que se pueden hacer son las siguientes:

  • ¿Qué puede causar los síntomas?
  • ¿Debo hacerme alguna prueba para confirmar el diagnóstico?
  • ¿Cuál es el mejor tratamiento?
  • ¿Es probable que esta afección desaparezca o que perdure?
  • ¿Existe alguna versión genérica del medicamento que me receta?
  • Tengo otros problemas de salud. ¿Cómo puedo controlar mis afecciones de manera conjunta?
  • ¿Puedo esperar a ver si la enfermedad desaparece sin tratamiento?
  • ¿Qué otros tratamientos existen?
  • ¿Qué rutina para el cuidado de la piel me recomienda?

Haz cualquier otra pregunta que te surja durante la cita médica.

Qué esperar del médico

Prepárate para responder preguntas como estas:

  • ¿Cuándo notaste los síntomas por primera vez?
  • ¿Con qué frecuencia tienes estos síntomas?
  • ¿Tienes síntomas de forma continua o que aparecen y desaparecen?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
  • ¿Hay algo parezca producir o empeorar tus síntomas?