Descripción general

La hepatitis tóxica es una inflamación del hígado como reacción a determinadas sustancias a las que estuviste expuesto. La hepatitis tóxica puede ser provocada por el alcohol, las sustancias químicas, los medicamentos o los suplementos nutricionales.

En algunos casos, la hepatitis tóxica se desarrolla a las pocas horas o días de exposición a la toxina. En otros casos, puede tardar varios meses de uso periódico antes de que aparezcan los signos y síntomas.

Los síntomas de la hepatitis tóxica con frecuencia desaparecen cuando se suspende la exposición a la toxina. Sin embargo, la hepatitis tóxica puede dañar tu hígado de forma permanente, produciendo una cicatrización irreversible del tejido hepático (cirrosis) y en algunos casos insuficiencia hepática, que puede poner en riesgo la vida.

Síntomas

Las formas leves de hepatitis tóxica pueden no provocar síntomas y detectarse únicamente con análisis de sangre. Cuando aparecen, estos pueden ser algunos de los signos y síntomas de la hepatitis tóxica:

  • Color amarillento de la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia)
  • Picazón
  • Dolor abdominal en la parte superior derecha del abdomen
  • Cansancio
  • Pérdida de apetito
  • Náuseas y vómitos
  • Erupción cutánea
  • Fiebre
  • Pérdida de peso
  • Orina de color oscuro o color parecido al té

Cuándo debes consultar con un médico

Consulta de inmediato con tu médico si tienes algún signo o síntoma que te preocupe.

Las sobredosis de algunos medicamentos, como el acetaminofén (Tylenol, otros), puede provocar insuficiencia hepática. Obtén atención médica de inmediato si crees que un adulto o un niño tomaron una sobredosis de acetaminofén. Los signos y síntomas de una posible sobredosis de acetaminofén comprenden los siguientes:

  • Pérdida de apetito
  • Náuseas y vómitos
  • Dolor en la parte alta del abdomen
  • Coma

Si sospechas de una sobredosis de acetaminofén, llama inmediatamente al 911, a los servicios de emergencia locales o a la línea de ayuda de toxicología. Hay dos formas de obtener ayuda del Poison Control (Centro de Toxicología) en los Estados Unidos: en línea en www.poison.org o llamando al 800-222-1222. Estas opciones son gratuitas, confidenciales y están disponibles las 24 horas del día. No esperes a que los síntomas avancen. Una sobredosis de acetaminofén puede ser mortal, pero puede tratarse satisfactoriamente si se trata poco después de la ingestión.

Causas

La hepatitis tóxica ocurre cuando el hígado desarrolla inflamación debido a la exposición a una sustancia tóxica. La hepatitis tóxica también puede desarrollarse cuando tomas demasiados medicamentos recetados o de venta libre.

Por lo general, el hígado elimina y descompone la mayoría de los medicamentos y sustancias químicas del torrente sanguíneo. La descomposición de las toxinas genera subproductos que pueden dañar el hígado. Aunque el hígado tiene una gran capacidad de regeneración, la exposición constante a sustancias tóxicas puede provocar daños graves y algunas veces irreversibles.

La hepatitis tóxica puede ser provocada por:

  • Alcohol. El consumo excesivo de alcohol durante muchos años puede producir hepatitis alcohólica, la hinchazón del hígado debido al alcohol, que puede provocar insuficiencia hepática.
  • Analgésicos de venta libre. Los analgésicos de venta libre tales como paracetamol (Tylenol, otros), aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y naproxeno (Aleve, otros) pueden dañar el hígado, especialmente si se toman con frecuencia o combinados con alcohol.
  • Medicamentos recetados. Algunos medicamentos vinculados a la lesión hepática grave comprenden los medicamentos con estatinas utilizados para tratar el colesterol alto, la combinación de los medicamentos amoxicilina-clavulanato (Augmentin), fenitoína (Dilantin, Phenytek), azatioprina (Azasan, Imuran), niacina (Niaspan), ketoconazol, determinados antivirales y esteroides anabólicos. Existen muchas otras.
  • Hierbas y suplementos. Algunas hierbas que se consideran peligrosas para el hígado comprenden el aloe vera, cimífuga, cáscara sagrada, chaparral, consuelda, kava y efedra. Existen muchas otras. Los niños pueden desarrollar daño hepático si creen que las vitaminas son caramelos y las toman en grandes dosis.
  • Sustancias químicas industriales. Las sustancias químicas a las que puedes estar expuesto en el trabajo pueden provocar una lesión hepática. Las sustancias químicas comunes que pueden provocar daño hepático comprenden el solvente de limpieza en seco tetracloruro de carbono, una sustancia llamada "cloruro de vinilo" (usada para fabricar plásticos), el herbicida "paraquat" y un grupo de sustancias químicas industriales llamadas "bifenilos policlorados".

Factores de riesgo

Los factores que pueden incrementar el riesgo de padecer hepatitis tóxica comprenden:

  • Tomar analgésicos de venta libre o determinados medicamentos recetados. Tomar un medicamento o analgésico de venta libre que conlleva el riesgo de daño hepático incrementa el riesgo de padecer hepatitis tóxica. Esto es especialmente cierto si tomas varios medicamentos o si tomas más de la dosis de medicamentos recomendada.
  • Tener una enfermedad hepática. Tener un trastorno hepático grave, como cirrosis o enfermedad hepática no alcohólica (hígado graso no alcohólico), te hace más vulnerable a los efectos de las toxinas.
  • Tener hepatitis. Una infección crónica por el virus de la hepatitis (hepatitis B, hepatitis C o uno de los otros virus de la hepatitis extremadamente raros que pueden persistir en el organismo) hace que tu hígado sea más vulnerable.
  • Envejecer. A medida que envejeces, tu hígado descompone las sustancias perjudiciales más lentamente. Esto significa que las toxinas y sus derivados permanecen más tiempo en tu organismo.
  • Consumir alcohol. Consumir alcohol mientras tomas medicamentos o determinados suplementos de hierbas incrementa el riesgo de toxicidad.
  • Ser de sexo femenino. Debido a que las mujeres aparentemente metabolizan determinadas toxinas más lentamente que los hombres, su hígado puede estar expuesto a concentraciones en la sangre más altas de sustancias perjudiciales durante más tiempo. Esto incrementa el riego de hepatitis tóxica.
  • Tener determinadas mutaciones genéticas. Heredar determinadas mutaciones genéticas que afectan la producción y la acción de las enzimas hepáticas que descomponen las toxinas puede hacerte más vulnerable a la hepatitis tóxica.
  • Trabajar con toxinas industriales. Trabajar con determinadas sustancias químicas industriales te expone al riesgo de padecer hepatitis tóxica.

Complicaciones

La inflamación asociada a la hepatitis tóxica puede causar daño hepático y cicatrización del tejido hepático. Con el tiempo, esta cicatrización, llamada cirrosis, afecta el funcionamiento del hígado y dificulta su trabajo. A la larga, la cirrosis provoca insuficiencia hepática. El único tratamiento para la insuficiencia hepática crónica es reemplazar el hígado enfermo por uno sano proveniente de un donante (trasplante de hígado).

Prevención

Ya que no es posible saber cómo reaccionarás a un medicamento particular, la hepatitis tóxica no siempre puede prevenirse. No obstante, puedes reducir el riesgo de problemas hepáticos si:

  • Limitas los medicamentos. Toma medicamentos recetados y de venta libre solo cuando sea absolutamente necesario. Investiga opciones que no sean medicamentos para problemas frecuentes como la presión arterial alta, el colesterol alto y el dolor causado por la artritis.
  • Tomas los medicamentos solo según se te indique. Sigue las indicaciones exactamente para cualquier medicamento que tomes. No superes la cantidad recomendada, incluso si los síntomas no parecen mejorar. Ya que los efectos de los analgésicos de venta libre algunas veces desaparecen rápidamente, es fácil tomar demasiados.
  • Tienes cuidado con las hierbas y los suplementos. No asumas que un producto natural no producirá daño. Habla siempre con tu médico acerca de los beneficios y los riesgos antes de tomar hierbas y suplementos. Los Institutos Nacionales de Salud mantienen el sitio web de LiverTox, donde puede buscar medicamentos y suplementos para ver si están relacionados con el daño hepático.
  • No mezclas alcohol y medicamentos. El alcohol y los medicamentos son una mala combinación. Si estás tomando paracetamol, no bebas alcohol. Pregunta a tu médico o farmacéutico acerca de la interacción entre el alcohol y otros medicamentos recetados y de venta libre que consumes.
  • Tomas precauciones con las sustancias químicas. Si trabajas con sustancias químicas peligrosas o las utilizas, toma todas las precauciones necesarias para protegerte de la exposición. Si entras en contacto con una sustancia peligrosa, sigue las pautas de tu lugar de trabajo, o llama a los servicios de emergencia locales o al centro de toxicología local para solicitar ayuda.
  • Mantienes los medicamentos y sustancias químicas fuera del alcance de los niños. Mantén todos los medicamentos y los suplementos vitamínicos fuera del alcance de los niños y en contenedores a prueba de niños para que no puedan ingerirlos por accidente.