Carcinoma hepatocelular

El carcinoma hepatocelular es el tipo más frecuente de cáncer primario de hígado. Se desarrolla más comúnmente en personas que padecen enfermedades hepáticas crónicas, como cirrosis causada por hepatitis B o C.

Factores de riesgo

El riesgo de carcinoma hepatocelular, el tipo más común de cáncer de hígado, es mayor en personas con enfermedades hepáticas a largo plazo. También es mayor si el hígado está cicatrizado por una infección por hepatitis B o C. El hepatocarcinoma es más común en personas que beben grandes cantidades de alcohol y que tienen una acumulación de grasa en el hígado.

Diagnóstico

Las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar el carcinoma hepatocelular incluyen los siguientes:

  • Análisis de sangre para medir la función hepática.
  • Pruebas por imágenes, como tomografía computarizada y resonancia magnética.
  • Biopsia de hígado, en algunos casos, para extraer una muestra de tejido hepático para análisis de laboratorio.

Tratamiento

El mejor tratamiento para ti dependerá del tamaño y la ubicación de tu hepatocarcinoma, de lo bien que esté funcionando tu hígado y de tu salud en general.

Los tratamientos para el hepatocarcinoma incluyen los siguientes:

  • Cirugía. La cirugía para extirpar el cáncer y un margen de tejido sano que lo rodea puede ser una opción para las personas con cáncer hepático en etapa temprana que tienen una función hepática normal.
  • Cirugía de trasplante de hígado. La cirugía para extirpar todo el hígado y reemplazarlo con un hígado de un donante puede ser una opción en personas por lo demás sanas cuyo cáncer de hígado no se haya diseminado más allá del hígado.
  • Destruir las células cancerosas con calor o frío. Los procedimientos de ablación para matar las células cancerosas en el hígado usando calor o frío extremos se pueden recomendar para las personas que no pueden someterse a una cirugía. Estos procedimientos incluyen ablación por radiofrecuencia, crioablación y ablación con alcohol o microondas.
  • Administrar quimioterapia o radiación directamente a las células cancerosas. Usando un catéter que pasa a través de los vasos sanguíneos hasta el hígado, los médicos pueden administrar medicamentos de quimioterapia (quimioembolización) o pequeñas esferas de vidrio que contienen radiación (radioembolización) directamente a las células cancerosas.
  • Radioterapia. Se puede recomendar la radioterapia con energía de rayos X o protones si la cirugía no es una opción. Un tipo especializado de radioterapia, llamada radioterapia corporal estereotáctica, consiste en enfocar muchos haces de radiación simultáneamente en un punto del cuerpo.
  • Terapia con medicamentos con diana específica. Los medicamentos con diana específica atacan debilidades específicas en las células cancerosas y pueden ayudar a retardar la progresión de la enfermedad en personas con cáncer hepático avanzado.
  • Inmunoterapia. Los medicamentos de inmunoterapia utilizan el sistema inmunitario del cuerpo que combate los gérmenes para atacar las células cancerosas. La inmunoterapia puede ser una opción para tratar el cáncer de hígado avanzado.
  • Ensayos clínicos. Los ensayos clínicos te dan la oportunidad de probar nuevos tratamientos para el cáncer de hígado. Pregúntale a tu médico si eres elegible para participar en un ensayo clínico.