Diagnóstico

Encontrar la causa del daño hepático y determinar su gravedad ayuda a guiar el tratamiento. Para comenzar, el profesional de atención médica hace un historial médico y un examen físico completo.

Luego, puede sugerirte lo siguiente:

  • Análisis de sangre. La enfermedad hepática se puede diagnosticar con una serie de análisis de sangre que se conocen como análisis de la función hepática. Se pueden hacer otros análisis de sangre para detectar ciertos problemas o afecciones del hígado causados por cambios genéticos.
  • Estudios por imágenes. Una ecografía, una tomografía computarizada y una resonancia magnética pueden mostrar el daño hepático.
  • Estudio de una muestra de tejido. Una biopsia, que consiste en tomar una muestra de tejido del hígado, puede ayudar a diagnosticar la enfermedad hepática. Por lo general, la biopsia de hígado se realiza con una aguja larga que se introduce a través de la piel para extraer una muestra de tejido. Luego, la muestra se envía a un laboratorio para analizarla.

Tratamiento

El tratamiento para la enfermedad hepática depende del diagnóstico. Para tratar algunos problemas hepáticos, se pueden incorporar cambios en el estilo de vida, como perder peso y evitar el consumo de alcohol. Por lo general, estos cambios forman parte de un programa médico que incluye la observación de la función hepática.

Otros problemas hepáticos pueden tratarse con medicamentos o con cirugía.

La enfermedad hepática que ocasiona insuficiencia hepática puede requerir un trasplante de hígado.

Modo de vida y remedios caseros

A menudo, cambiar algunos hábitos del estilo de vida puede ayudar a mejorar la salud del hígado. Si te diagnosticaron una enfermedad hepática, tu profesional de atención médica podría sugerirte lo siguiente:

  • No bebas alcohol o bebe pocas cantidades.
  • Sigue una dieta saludable. Come frutas, verduras y granos o cereales integrales. No consumas alimentos con mucha azúcar o fructosa.
  • Limita la cantidad de grasa que consumes. Come grasas más saludables, como las del pescado, el aceite de oliva y las nueces. Limita la cantidad de carne roja.
  • Intenta mantener un peso saludable. Si tienes sobrepeso, baja de peso lentamente.

Medicina alternativa

No se ha demostrado que las terapias alternativas puedan tratar la enfermedad hepática. Algunos estudios muestran posibles beneficios. Sin embargo, se necesita investigar más.

Algunos suplementos alimentarios y herbarios pueden dañar el hígado. Se ha asociado a más de 1000 medicamentos y productos herbarios con el daño hepático. Estos incluyen los siguientes:

  • Vitamina A
  • Ma huang
  • Camedrio
  • Valeriana
  • Muérdago
  • Escutelaria
  • Chaparral
  • Consuelda
  • Kava
  • Aceite de poleo

Para proteger el hígado, es importante que hables con tu profesional de atención médica sobre los riesgos antes de consumir medicamentos alternativos.

Preparación para la consulta

Es posible que te remitan a un hepatólogo, que es un médico que se especializa en el hígado.

Qué puedes hacer

Cuando programes la cita, pregunta si debes hacer algo antes de ir, como, por ejemplo, no comer. Si es posible, pídele a un familiar o amigo que te acompañe para que te ayude a recordar la información que recibas.

Prepara una lista de lo siguiente:

  • Los síntomas y cuándo comenzaron
  • Todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomas, junto con sus dosis
  • Información médica importante, como otras afecciones que tengas y antecedentes familiares de enfermedad hepática
  • Información personal crucial, como cambios o situaciones estresantes que hayas vivido recientemente
  • Preguntas para hacerle al profesional de atención médica

Algunas preguntas que puedes hacer son las siguientes:

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
  • ¿Qué pruebas deben hacerme? ¿Tengo que prepararme para alguna de las pruebas?
  • ¿Qué probabilidades hay de que mis problemas hepáticos desaparezcan o sean duraderos?
  • ¿Qué tratamientos existen?
  • ¿Debería dejar de tomar algunos medicamentos o suplementos?
  • ¿Tengo que dejar de beber alcohol?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlar estas afecciones de manera conjunta?
  • ¿Corren mis hijos e hijas el riesgo de padecer una enfermedad hepática?

No dudes en hacer todas las preguntas que tengas.

Qué esperar del médico

Es probable que el profesional de atención médica te haga preguntas como las siguientes:

  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas? ¿Tienes síntomas de forma constante, o aparecen y desaparecen?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar o empeorar tus síntomas?
  • ¿Se te pusieron alguna vez la piel o los ojos de color amarillo?
  • ¿Qué cantidad de alcohol bebes por semana?
  • ¿Tienes tatuajes?
  • ¿Estás en contacto con sustancias químicas, sangre o líquidos corporales en tu trabajo?
  • ¿Recibiste una transfusión sanguínea alguna vez?
  • ¿Te dijeron alguna vez que habías tenido problemas hepáticos?