Descripción general

La pleuresía es una afección en la que la pleura (las dos capas grandes y delgadas de tejido que separan los pulmones de la pared torácica) se inflama. La pleuresía, que también se la conoce como pleuritis, provoca un dolor agudo en el pecho (dolor pleurítico) que empeora al respirar.

Una capa pleural de tejido envuelve el exterior de los pulmones. La otra capa pleural recubre la pared torácica interna. Entre estas dos capas, hay un espacio pequeño (espacio pleural) que suele estar lleno de una cantidad muy pequeña de líquido. Estas capas actúan como dos trozos de satén suave que se deslizan entre sí, lo que permite que los pulmones se expandan y se contraigan cuando respiras.

Si tienes pleuresía, estos tejidos se hinchan y se inflaman. Por lo tanto, las dos capas que recubren la pleura se frotan entre sí como dos piezas de papel de lija. Esto provoca dolor cada vez que inhalas y exhalas. El dolor pleural disminuye o desaparece cuando contienes la respiración.

El tratamiento de la pleuresía implica el control del dolor y el tratamiento de la causa.

Síntomas

Los signos y síntomas de la pleuresía pueden incluir lo siguiente:

  • Dolor en el pecho que empeora cuando respiras, toses o estornudas
  • Falta de aire, con frecuencia, por intentar limitar la inhalación y exhalación
  • Tos, solo en algunos casos
  • Fiebre, solo en algunos casos

El dolor que causa la pleuresía podría empeorar con el movimiento de la parte superior del cuerpo y puede propagarse a los hombros o la espalda.

La pleuresía puede producirse junto con un derrame pleural, la atelectasia o un empiema:

  • Derrame pleural. En algunos casos de pleuresía, el líquido se acumula en el pequeño espacio entre las dos capas de tejido. Esto se denomina derrame pleural. Cuando hay una cantidad suficiente de líquido, el dolor pleurítico disminuye o desaparece porque ya no están en contacto las dos capas de la pleura y no se rozan entre sí.
  • Atelectasia. Una gran cantidad de líquido en el espacio pleural puede generar presión. Esto puede comprimir el pulmón hasta el punto de que se colapse parcial o completamente (atelectasia), lo que dificulta la respiración y puede causar tos.
  • Empiema. El líquido adicional en el espacio pleural también puede infectarse y causar la acumulación de pus. Esto se denomina empiema. Un empiema suele ir acompañado de fiebre.

Cuándo consultar al médico

Llama a tu proveedor de atención médica o busca atención médica de emergencia de inmediato si tienes dolor intenso en el pecho y sin causa aparente al respirar. Es posible que tengas un problema con los pulmones, el corazón o la pleura, o una enfermedad subyacente, por lo que necesitas recibir atención médica inmediata.

Causas

Numerosas afecciones pueden causar pleuresía. Las causas incluyen las siguientes:

  • Infección viral, como la gripe (influenza)
  • Infección bacteriana, como la neumonía
  • Infección por hongos
  • Trastornos autoinmunitarios, como la artritis reumatoide o el lupus
  • Cáncer de pulmón próximo a la superficie pleural
  • Embolia pulmonar
  • Tuberculosis
  • Fractura o traumatismo de costillas
  • Ciertas enfermedades hereditarias, como la anemia de células falciformes
  • Ciertos medicamentos y drogas ilícitas

Factores de riesgo

El riesgo para pleuresía aumenta si contraes ciertas infecciones, como la gripe o la neumonía. Algunas enfermedades, tales como el lupus, la tuberculosis y la anemia de células falciformes, también pueden incrementar este riesgo. Tomar determinados medicamentos o drogas ilícitas aumenta el riesgo para pleuresía.